Proyectos 4

La asignatura se sitúa en el 5º curso del Grado de Arquitectura y tiene carácter anual. En la asignatura se aborda desde el proyecto arquitectónico desde el trabajo con lo encontrado, a través de una mirada renovada sobre las cosas fabricando un nuevo realismo. Se pretende una relectura de los condicionantes o valores preexistentes de diversa índole disciplinar (sociológica, cultural, paisajística, industrial, económica, arquitectónica…) como catalizadores de un nuevo presente o futuro por proyectar.

HEDÓNICA FERIAE. LA FERIA COMO ESPACIO DE OCIO SOCIAL.

El pueblo de Mazarrón toma su nombre del color de los residuos de la minera. El término almazarrón hace referencia al almagre o almagra que es un pigmento empleado en pintura artística, en alfarería y como una de las técnicas de decoración cromática más antiguas. Este color único, emblemático e identificador del municipio, se encuentra como elemento característico de los paisajes mineros abandonados. La minería es el eje histórico vertebrador del municipio hasta la segunda mitad del siglo XX. Es por ello que, patrimonialmente hablando, en relación con los valores culturales reconocidos por la memoria colectiva de la sociedad, el ámbito territorial que definen las instalaciones mineras junto al casco urbano del pueblo representan, de forma idónea, un excepcional laboratorio de oportunidades.

El trabajo a desarrollar se trata, por lo tanto, de la recuperación de un territorio, económico y paisajístico a la vez, para otorgarle una nueva vida en el marco de un programa de ocio social. En un contexto “post-crisis”, la disciplina arquitectónica siempre ha servido de catalizadora de verdaderos avances tanto en los modos de vida como en la utilización de los espacios públicos. Ese positivismo reconstructivo es el que debe envolver las propuestas. Por ello se pide la reflexión e investigación sobre un programa en relación con la FERIA. La etimología de la palabra nos refiere a la feria como día de fiesta, como evento, como lugar de exposición público, a la concepción del festejo a través del festival, al festín y a lo festivo. Se trata de la proposición de arquitecturas vinculadas con el ocio, el disfrute y lo público. En todas sus acepciones. Paisajes periféricos recuperados proyectando el presente y el futuro a partir del pasado. La arquitectura, en este caso, se aleja de solucionar problemas para transformarse en una actividad creadora de oportunidades y facilitadora de fantasías. La arquitectura como celebración. Diferenciar entre solucionar problemas e inventar oportunidades. A partir de una realidad tecnológica, hedonista y colorida debemos poner en valor la cultura de masas y lo cotidiano.